Como inicie...
Esta historia comenzó de una forma sencilla pero muy especial. Cuando estaba en bachillerato, mi hermana mayor me enseñó a hacer nudos mientras armaba unos rosarios en casa. Desde ese momento, algo en mí despertó: empecé a curiosear sobre cómo hacer accesorios y soñaba con tener mi propia tienda. Siempre supe que no quería trabajar para una empresa, sino construir algo propio. No fue fácil: estudié algo que no me gustaba solo por “cumplir”, trabajaba y, con cada quincena, compraba materiales. No te miento: mis primeros accesorios no eran bonitos, me frustraba, los botaba… pero mis amigas y compañeras me compraban, confiaron en mí desde el inicio y les agradezco con el alma por eso.

